jueves, 15 de octubre de 2020

Una juez encierra seis meses a tres 'menas' por sus reiterados delitos y el incumplimiento de normas

Los menores fueron detenidos el pasado lunes tras robar el móvil a un vecino en Vallecas y el juez decretó la medida de internamiento durante seis meses en un centro

Centro de acogida de menores extranjeros en Hortaleza ANTONIO HEREDIA

El pasado lunes cuatro menores y un adulto asaltaron a un vecino en el distrito de Puente de Vallecas. Le agarraron de los brazos y le sustrajeron el teléfono móvil, la cartera y las llaves. Huyeron tras dejarle tendido en el suelo. Pero un vecino lo vio y aviso a la Policía. Los cinco fueron detenidos gracias a la rápida respuesta de los agentes de Puente de Vallecas. Los cuatro menores magrebíes eran trasladados ese mismo día al Grume (Grupo de Menores de la Policía Judicial) y puestos a disposición de la Fiscalía de Menores. Tres de los menas estaban tutelados por la Comunidad de Madrid en los centros de acogida de Hortaleza y Casa de Campo. Y tres eran reincidentes.

La decisión de la juez no deja lugar a dudas. De los cuatro menores tres pasarán medio año en un centro de reforma. El otro menor se libró por falta de antecedentes. En concreto, se decreta para tres de ellos la medida cautelar de internamiento en un centro de la Comunidad de Madrid. La decisión se justifica en el riesgo de fuga y de reiteración delictiva y esta avalada por la Fiscalía de Menores y el equipo psicosocial. Alguno ha sido detenido en seis veces en un año. Y se añade que el periodo de reclusión "podrá ser de mayor duración si lo aconsejan las circunstancias personales o aumentan los indicios de criminalidad".

Destaca en la exposición de la juez de menores la descripción de la conducta de uno de los menas internados en el centro de primera acogida de Hortaleza. Reseña el magistrado que el menor se escapó de enero a septiembre y que ha vivido de ocupa con otros menores de su misma nacionalidad. Lo más llamativo es que reconoce la evolución negativa del mena y su relación con otros menores en riesgo de exclusión social. "Se muestra disruptivo en el centro, sin participación en ninguna actividad formativa, sin cumplir las normas, sin respetar a los educadores y presenta un consumo muy preocupante de sustancias tóxicas", enumera la magistrada para justificar las medidas de internamiento.

La medida adoptada por la juez "garantiza una intervención en un grado importante y supone una contención para el menor, de entidad suficiente como para que pueda reconducir su conducta, interiorizar normas de convivencia y respeto, adquirir destrezas con las que poder desarrollar, en el futuro, una actividad laboral, y adquirir una formación básica, además de controlar su consumo de tóxicos y comprender que las actitudes disruptivas no son las adecuadas para vivir en sociedad".

Por último, el magistrado expone que "el internamiento implica el cumplimiento de horarios, la estructuración del tiempo de ocio, la dedicación de tiempo a la formación, orientación socio-laboral, control de impulsos, asunción de responsabilidades y le impide frecuentar el grupo de adolescentes en situación de riesgo de exclusión. Además, conjura el riesgo de fuga, de reiteración delictiva e impide influir en las testificales que puedan prestar quienes presenciaron los hechos". "Todo ello se constituye en un conjunto de consecuencias que redundan en beneficio del menor y que no le suponen un menosprecio a su persona", remarca el auto.

La argumentación de la juez no es más que una exposición de la realidad de lo que se vive en los dos centros de menores de la Comunidad de Madrid por parte de un grupo de conflictivos menas que protagonizan semanalmente fechorías y robos desatando un clima de inseguridad en la Casa de Campo y en el barrio de Hortaleza.

LUIS F. DURÁN, 15 de Octubre de 2020.

Fuente: https://www.elmundo.es/madrid/2020/10/15/5f873471fc6c83325b8b45a5.html

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